lunes, 6 de septiembre de 2010

EL PECADO DE LA HOMOXESUALIDAD

Romanos 1: 24-27


¨Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío¨.

Definimos de plano la homosexualidad como un pecado porque la Biblia así lo define: ¨¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios¨ (I Corintios 6:9,10). Es nuestra responsabilidad llamar la atención a este mundo acerca de este inquietante tema.

La homosexualidad cada día se vuelve algo más cotidiano y apoyado por un gran sector de la sociedad, desde las más altas esferas hasta los estratos más bajos; a tal grado que en muchos países hasta se ha legislado en favor del matrimonio entre personas de un mismo sexo.

Todavía peor, existen iglesias que no tienen reparos en admitir entre su membresía a personas que abiertamente dicen ser homosexuales; hay iglesias que defienden esta conducta como algo normal, y hasta hay iglesias de sólo homosexuales. Hay pastores homosexuales, hay sacerdotes homosexuales y hasta hay concilios enteros que defienden el derecho de los homosexuales. En una cosa sí estamos de acuerdo, y es en el hecho de que no podemos impedir que una persona decida vivir su vida como le parezca, pero esto es muy diferente a estar de acuerdo, esto es muy diferente de patentar como buena y válida esta conducta.

Muchos que se sienten culpables por tener esta conducta se escudan diciendo que han nacido así, pero está demostrado hasta la saciedad que no se nace homosexual, sino que es una conducta adquirida, y los motivos son variados, de tal manera que si una persona que practica la homosexualidad desea salirse de esta desviación, bien puede encontrar ayuda para ser una persona normal y encontrar la solución de este problema. Pero existen muchos que aún estando convencidos de que la homosexualidad es un pecado, insisten en vivir de esta manera, y se revuelcan en el lodo cada vez más, sin importarles las consecuencias de su grave pecado.

Creo firmemente que en cualquier circunstancia de pecado que la persona se encuentre, si se arrepiente, Dios le perdona. Recordemos el caso de la mujer adúltera a la que el Señor Jesús perdonó, y le dijo: ¨Ni yo te condeno; vete, y no peques más¨ (Juan 8:11). El Señor perdona cualquier pecado, pero la persona perdonada debe apartarse de ese pecado. Hay una condición para que podamos ser perdonados por Dios, y es que exista un verdadero arrepentimiento.

No podemos llamar de otra manera a algo que Dios ya ha etiquetado, no podemos reconocer como bueno y válido algo que la Biblia condena. No importa que estemos en el Siglo XXI, eso no hace la diferencia, pues la Palabra de Dios es la misma, no cambia ni va a cambiar; lo que la Biblia llama pecado, será pecado por toda la eternidad: ¨El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán¨ (Mateo 24:35). Como ya hemos expresado en otra ocasión, es imposible adecuar la Biblia a los tiempos, antes bien, son los tiempos y los hombres los que deben adecuarse a la Biblia.

¡Qué bueno que tenemos la Biblia! ¿Qué sería del mundo sin la Biblia? Si no tuviéramos la Biblia entonces no tendríamos un patrón que defina qué cosa es buena o qué cosa es mala. ¡Gracias a Dios por su Palabra! El ser humano en su condición natural, no desea y le molesta, tener que ceñirse a las normas espirituales que Dios le ha trazado. Aunque tiene patrones para todo lo que hace, y defiende esos patrones hasta a riesgo de su propia vida, sin embargo desprecia los patrones que definen una conducta moral correcta, sólo por el hecho de que han sido dados por Dios.

El hombre quiere establecer sus propias reglas morales, así como ha establecido reglas para la vida comercial, para la vida política, para la vida laboral, etc., pero sucede que el hombre no está en capacidad de disponer esas leyes, porque él mismo es pecador. Pero se niega a observar y a respetar las leyes espirituales establecidas por Dios para su bien. Esto claramente define a un ser humano rebelde contra su Creador, y sabemos que esto es producto de la caída: ¨Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente¨ (I Corintios 2:14). Es necesario que el hombre nazca de nuevo y que se convierta en un hombre espiritual para que se dé cuanta de cuán equivocado está respecto de muchas cosas en su vida: ¨En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie¨ (I Corintios 2:15).

Mientras el hombre siga viviendo según sus propios principios, siendo él mismo un ser esclavo del pecado, se mantendrá en una condición que Dios no puede justificar. En este sentido el apóstol Pablo advierte a Timoteo acerca de la conducta depravada de la humanidad en los últimos tiempos: ¨También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos. Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor.Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados¨ (2 Timoteo 3:1-13).

Como podemos ver en este pasaje bíblico la condición del hombre que vive en pecado es muy triste, pues vive presa del engaño de Satanás. El enemigo le hace pensar que él es una persona importante porque se atreve a decir sin vergüenza alguna que él es homosexual, y de esta manera es ¨engañado¨ miserablemente. No es raro ver como se aplaude en nuestra sociedad a la persona que se declara abiertamente homosexual o lesbiana; hasta se le considera un héroe, una persona con mucho valor, porque se ha atrevido a declarar su vicio sin pudor alguno. Y en esta carrera en favor de la llamada preferencia sexual encuentra padrinos por todas partes, y organizaciones cuyo origen se fundamente precisamente en la defensa de los ¨derechos¨ de los que procuran legalizar el pecado. Pero lo que Dios ha dicho que es ilegal el hombre no lo puede legalizar con éxito, pues hasta la misma naturaleza y el propio sentido común le dicen al hombre las razones porqué Dios dice o hace algo. Por eso quiero que veamos que:

1.- La Homosexualidad es Pecado Porque Dios lo Dice.

Una cosa es mala porque Dios dice que es mala, esto es mucho más contundente que cualquiera otra argumentación. En la película ¨El que cambia los tiempos¨ se plantea la verdad de que Dios no cambia, sino que somos nosotros los hombres los que cambiamos y queremos cambiar lo que Dios ha establecido, todo esto en perjuicio de nosotros mismos.

Algunos podrán argumentar que Dios, al hacer al hombre, hizo un producto defectuso, y que por eso el hombre pecó; pero no, una cosa muy enfática que la Biblia nos dice en el relato de la creación es que ¨Dios hizo todo bueno¨, y lo reafirma cuando dice ¨en gran manera bueno¨: ¨Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera¨ (Génesis 1:31). Fue después de la caída que el hombre comenzó a manifestar conductas inadecuadas y torcidas. El sabio Salomón llega a la siguiente conclusión al ver el panorama del hombre sobre la tierra: ¨He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones¨ (Eclesiatés 7:29).

Satanás quiere quitar a Dios del escenario humano, quiere quitar la Biblia de los hogares y de las iglesias, porque eliminar todo esto sirve muy bien a sus propósitos. Muchos teólogos y predicadores le siguen el juego al diablo; note usted cuál es el estilo de muchos predicadores y de muchos artistas cristianos: Han eliminado de su vocabulario, por ejemplo, las palabras pecado, arrepentimiento, Dios, Jesús, etc., y las han sustituido por conceptos de la psicología. Han pasado a ser terapeutas que procuran hacer sentir bien a la gente, sin necesidad de confrontarlas con su realidad de pecado, que es la principal causa de su miseria espiritual. Por ese motivo no nos asombra que en este tiempo hasta existe una autora que ha realizado una Biblia de estudio para homosexuales y lesbianas que confronta a las traducciones bíblicas en las que claramente se enseña que ser gay es pecado. Usted puede encontrar referencias a esta versión aberrante entrando a Internet.

Los homosexuales están siendo admitidos en muchas congregaciones tal cual son, sin la necesidad de que dejen de ser homosexuales. Estos falsos ministros del evangelio y estas falsas iglesias actúan en franco desafío de las Sagradas Escrituras, que nos dice: ¨¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios¨ (I Corintios 6:9-11).

El venir a Cristo nos confronta con un pasado, con una vieja vida que debe ser dejada atrás y despojada de todo lo pecaminoso, y una nueva vida que debe empezar, donde todo lo malo que antes hacíamos debe ser sepultado: ¨En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad¨ (Efesios 4: 22-24).

Las ciudades de Sodoma y Gomorra fueron destruidas con fuego y azufre que cayó del cielo, porque el pecado había llegado a su máxima expresión con la homosexualidad, de tal modo que la palabra ¨sodomía¨ ha venido a tipificar este tipo de conducta aberrante. Usted puede leer todo el relato de este acontecimiento en Génesis 19. La presencia de los ángeles en la casa de Lot implicaba la grave sentencia que se había dictado contra aquellas ciudades impenitentes. La sociedad de hoy ha llegado a los niveles de perdición de Sodoma y Gomorra. La homosexualidad es algo tolerado, permitido y aplaudido por el mundo, por eso creemos que a este mundo le queda muy poco tiempo, los ángeles de Dios están llegando a ejecutar su juicio.

2.- La Homosexualidad es Pecado Porque Contradice el Mandamiento Divino de la Procreación.

Cuando Dios creó al hombre le dio un mandamiento respecto de su responsabilidad de multiplicarse sobre la tierra: ¨Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra¨ (Génesis 1:28). Una de las razones más importantes que justifican las relaciones sexuales es la procreación, y este motivo en la relación hombre-mujer robustece los propósitos de placer y comunión que también plantean las relaciones sexuales. Las personas gays no pueden llenar este cometido, pues su relación es estéril de principio a fin, una relación sin fundamento moral, sin fundamento antropológico y sin fundamento escritural.

Dejar la tierra sin humanos es lo que ocurriría en el mundo si todas las personas fueran homosexuales. Si no hubiera relaciones heterosexuales, no se podría perpetuar la especie; y en un periodo relativamente corto, la humanidad desaparecería del planeta. Aunque se usara la inseminación artificial, llegará un día en que la apatía de las mujeres hacia lo establecido por Dios provocará una negativa rotunda a los embarazos, y por ende, a la perpetuación de la especie.

Pero si se llegara a usar sólo la inseminación artificial para la concepción, se crearía un mundo monstruoso, donde el afecto familiar desaparecería y muchos otros aspectos de la familia no podrían ser considerados. El concepto de matrimonio, según el hombre, ya tiene otro sentido con la legalización de las uniones homosexuales. Criticamos la inseminación artificial, así como criticamos la homosexualidad, pues en este juego entran cuestiones que pueden llegar a ser igualmente pecaminosas, un tipo de adulterio y de fornicación tecnificados, que por su sutiliza pretende disfrazarse de altruismo y humanismo, la vieja prédica de que el fin justifica los medios.

3.- La Homosexualidad es Pecado Porque Es Dañina.

La homosexualidad es una conducta aprendida o adquirida, y son muchos los factores que pueden contribuir a este mal. Por eso es muy importante que los padres vigilen la conducta de sus hijos desde que son niños y estén pendientes del tipo de compañía que eligen.

Algunas personas son homosexuales porque sufrieron abusos cuando eran niños, y estos abusos por lo general provienen de familiares y amigos de la casa. Los psiquiatras pueden ayudar a muchas personas con este problema a reencontrar la senda correcta de su verdadera sexualidad, pero esto debe ser atendido con prontitud, antes que la persona se pierda en ese mundo equivocado.

Vemos con mucha pena que existe una especie de moda entre muchos artistas, principalmente en la rama del diseño, que dicen sentirse atraídos a la homosexualidad, alegando que el arte los lleva a eso, pero esta es una manera de justificar un mal hábito que debe ser rechazado por nocivo y perverso. Muchas veces esto comienza como un chiste, al vestirse el hombre de mujer o la mujer vestirse de hombre y hacer payasadas en espectáculos travestistas, una diversión que arrastra a la desviación y hasta al transexualismo, una cosa tan grosera.

La homosexualidad o el vicio de la sodomía es algo que puede lesionar a otras personas, implicadas de manera involuntaria, como es el caso de la pederastia, un crimen contra los niños cometido por personas de mente sucia. Mucho se ha hablado acerca de este mal en los medios de comunicación, señalando escándalos que comprometen a líderes de iglesias. De este tipo de abuso se derivan trastornos psíquicos y enfermedades que pueden ser mortales, como es el caso del Sida.

La Homosexualidad ha sido la evidencia de la decadencia de grandes civilizaciones como la griega y la romana. Aquí es bueno que expliquemos que el afecto entrañable entre David y Jonatán no puede ni debe ser catalogado como que eran homosexuales, sino que eran grandes amigos, ya que si David hubiera sido homosexual, habría sido confrontado por algún profeta de su tiempo por esta in conducta, pues sí fue duramente confrontado por causa de su pecado de adulterio. De haber sido homosexual hubiera sido reo de muerte, pues el código de la ley era drástico en este sentido: ¨Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre¨ (Levítico 20:13). Lo que sí podemos decir de David es que tuvo varias esposas, lo cual es todo lo contrario de ser homosexual. Y aunque la poligamia era una costumbre en la antigüedad es claro que es también una conducta condenada por la Palabra de Dios.

Finalmente diremos que la persona homosexual se queja de no ser aceptado como él quiere, pero su gran problema es que él mismo o ella misma no se han aceptado como Dios les ha hecho. Necesitan encontrarse a sí mismos con su verdadero yo, y de una vez por todas asumir el rol de su sexualidad tal y como Dios lo determinó cuando fueron concebidos. El homosexual y la lesbiana necesitan arrepentirse de ese y de todos sus pecados para poder ser perdonados por el Señor y ser así nuevas criaturas.

Leandro González

Mensaje predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 5 de Septiembre de 2010.

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