lunes, 11 de abril de 2011

LOS ESCRITOS DE LAS SECTAS

2 Timoteo 3:16,17.


¨Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra¨.

Las sectas tienen otras fuentes de donde hacen derivar sus creencias, que no es la Biblia. Esta es una constante en las sectas, ellos siempre considerarán que no es suficiente con la Biblia, que hacen falta otras ideas, otras ¨revelaciones¨. Algunas sectas, muy sutiles, apelan al hecho de que la revelación de Dios no ha sido completada, y que todavía Dios sigue revelando nuevas verdades.

Aunque es cierto que la revelación de Dios fue progresiva desde el Génesis hasta el Apocalipsis, desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento, la verdad es que con la revelación de nuestro Señor Jesucristo del Apocalipsis, se selló la revelación de Dios, o sea que la Biblia es toda la revelación de Dios, que según el criterio de Dios necesitábamos los seres humanos.

Es bueno que esté bien claro que con la persona de Jesús se ha completado la revelación de Dios al hombre. Por eso nos dice la Biblia lo siguiente: ¨Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas¨ (Hebreos 1:1-3).

Y por esto mismo, el último libro de la Biblia, en su último capítulo nos advierte acerca de las consecuencias y peligros de añadir o quitar a esta revelación: ¨Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro¨ (apocalipsis 22:18,19).

Esta rivalidad contra la Biblia nos plantea los siguientes puntos:

1.- Los Escritos de las Sectas Son Inconsistentes Frente a la Biblia.

Las ideas de los escritos de las sectas nunca serán paralelas a las de la Biblia, no pueden tener ninguna coincidencia, ninguna congruencia. Esto es lo que pasa con los escritos de las sectas y la Biblia: No es posible reconciliarlos. Las sectas cuentan con documentos que cuentan una historia muy diferente a la que cuenta la Biblia. Y esto es así, precisamente en los puntos más esenciales de la fe cristiana.

Las sectas pretenden, sin embargo, compararse con la verdad absoluta de la Palabra de Dios, algo que es atrevidamente imposible, pues la Biblia es de origen divino, y el origen de los escritos de las sectas es meramente humano, o tienen un origen oscuro y oculto que se genera en los lugares más oscuros de las ¨regiones de maldad¨. Ninguno de los escritos de cualquiera otra religión que no sea el cristianismo puede exhibir la singularidad tan especial que se puede verificar en la Biblia, y los hechos históricos y documentos testimoniales que avalan esta aseveración, son demoledores. El único libro que se puede sostener por sí mismo es la Biblia, pues su autor es Dios mismo.

La distancia entre lo que dice Dios y lo que dicen los hombres es enorme. Es por esto que la Biblia nos dice lo siguiente respecto de la invalidez de las palabras de los hombres y la certeza de la Palabra de Dios: ¨De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, Y venzas cuando fueres juzgado¨ (Romanos 3:4). Esto quiere decir que las palabras de los hombres no son confiables, mientras que siempre podemos dar como bueno y válido lo que dice Dios, porque Dios siempre dice la verdad.

Los escritos de las sectas corroboran las palabras dichas por el Señor Jesús a sus discípulos, cuando les hablaba de la aparición de falsos profetas como un elemento que señala el fin del mundo: ¨Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos¨ (Mateo 24:24).

Los creyentes tenemos la obligación de examinar con cuidado lo que dicen las sectas y cualquier fuente que no sea la Biblia, para comprobar si proceden de una fuente segura o no. Todo aquello que no concuerde con lo que dice la Biblia, debe ser considerado como fraudulento: ¨Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo¨ (I Juan 4:1).

2.- Los Escritos de las Sectas Son Contrarios a la Biblia.

La intención de las sectas es contra la Biblia, pues procura precisamente contradecir la Palabra de Dios. No hay ingenuidad, no hay inocencia en las actuaciones de las sectas respecto de sus contradicciones con el contenido del libro sagrado. Aunque muchos de los que están inscritos en las sectas estén ahí por ignorancia, no podemos decir lo mismo respecto de los responsables directos de las mismas.

Las sectas hablan de una nueva verdad, una supuesta verdad diferente de la que sí es la verdad, la Biblia. Todo lo que plantean las sectas contradice la ortodoxia bíblica, la doctrina correcta enseñada por nuestro Señor Jesucristo y los apóstoles.

Todo cuanto le fue revelado a los apóstoles por la acción del Espíritu Santo constituye el fundamento de la fe cristiana, y así será hasta que el Señor Jesucristo venga por segunda vez. Ninguna otra verdad será revelada ya más por el Señor, pues todo lo que se debía revelar ya fue revelado en la Biblia. Cualquiera que diga una cosa diferente, aunque sea un supuesto ángel del cielo, estará en evidente desafío contra Dios: ¨ Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema¨ (Gálatas 1:8,9).

3.- Los Escritos de las Sectas Son Ajenos a la Biblia.

Los escritos de las sectas no tienen nada que ver con la Biblia. No son inspirados, sino que vienen de fuentes ocultas y malintencionadas que procuran dar la gloria al pensamiento y a la idea de otra persona que no es Dios. La Biblia es un libro inspirado por Dios, y esta es una verdad que la misma Biblia se encarga de decírnosla: ¨Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra¨ (2 Timoteo 3:16,17).

Dios es el autor de la Biblia, pero el instigador de los escritos de las sectas es uno que es mentiroso y engañador, el cual nada tiene que ver con Dios. Hablando a los judíos que no creían en él, el Señor Jesús lanza la siguiente sentencia, donde nos dice mucho acerca del carácter mentiroso de nuestro enemigo, el diablo: ¨Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira¨ (Juan 8:44).

Los mormones basan sus creencias en libros escritos por José Smith, los cuales están repletos de fábulas, principalmente el libro Mormón. Los llamados Testigos de Jehová confían sus creencias a su fundador Carlos T. Russell, al grado que han llegado a creer y a afirmar que nadie puede conocer la verdad de la Biblia, a menos que estudie los libros de Russell. Mis amigos los Adventistas del Séptimo día son ñoños con las supuestas revelaciones extra bíblicas de Elena G. de White. Cada secta buscará siempre justificaciones a las extravagantes afirmaciones de los escritos de sus fundadores y líderes.

Cada una de estas sectas, sin embargo, sostiene que sus enseñanzas están fundamentadas en la Biblia, pero realmente la Biblia es para ellos sólo un libro que debe ser interpretado según sus propios escritos. Para ellos, es la Biblia la que debe estar de acuerdo con lo que dicen sus escritos, y no al revés. Pero sucede, que el más nuevo de los principiantes de los creyentes cristianos verdaderos sabe que el único libro sobre el cual se sostiene la fe evangélica es la Biblia, y sólo la Biblia, sin añadirle ni quitarle nada.

Leandro González



Mensaje predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 3 de Abril de 2011.

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