martes, 12 de octubre de 2010

SATANAS


Apocalipsis 12:9

¨Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él¨. 

Satanás parece haber sido el principal entre sus iguales, los ángeles. Existen pasajes bíblicos que parecen hablarnos de la dignidad que en el principio tenía Lucifer o Luzbel, que significa ¨lucero de la mañana¨, que era su nombre original; pero que fue transformado de pronto en Satanás, del término hebreo ¨Shatan¨, que quiere decir ¨el adversario¨ o ¨enemigo¨, el que se opone a Dios y a sus criaturas. En este sentido podemos mirar en Isaías 14:12-14 donde parece narrarse la manera como ocurrió su caída: ¨¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo¨. 

Este ángel se volvió perverso. Se desvaneció toda la integridad con que Dios lo había creado. Su pecado fue el orgullo, de manera específica el egocentrismo, y por esto se volvió soberbio. En la referencia que hace el profeta Ezequiel al rey de Tiro, parece darnos detalles de lo que provocó la ruina de este ángel en rebelión. En este pasaje se lo nombra como ¨querubín protector¨: ¨Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas.  Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser¨ (Ezequiel 28: 12-19).

Hablemos primero de:

1.- Cómo Satanás se volvió Satanás.

Según la descripción que vemos en el pasaje anterior, Satanás era un ángel creado que gozaba de toda la confianza y aprecio departe de Dios. Pero él quiso apropiarse del trono de su Creador, se olvidó de toda prudencia. Su deseo de ser igual que Dios dominó toda su voluntad, esa fue la locura de su propia tentación. Por esta causa podemos decir que el diablo es el enemigo de él mismo, puesto que provocó su propia ruina. Pero no estaba solo en su pretensión, fueron muchos los complotados, tantos que no se sabe la cuenta. Los demonios son sus compañeros de perdición.

Satanás, al rebelarse contra Dios, dio inicio al pecado. Satanás se sublevó, porque como los demás ángeles, tenía voluntad propia, de otra manera no hubiera podido hacer lo contrario de lo que Dios había determinado para él.

Es irreversible el estado condenatorio de Satanás. Ni él ni los ángeles que le siguieron tienen ninguna posibilidad de salvación. Satanás tomó una decisión que le perjudicó. Las decisiones que tomamos nos pueden edificar o nos pueden destruir. Debemos medir las consecuencias de nuestros actos. Satanás despreció el reino de la luz en donde él vivía y al que él pertenecía, lo cambió por el reino de las tinieblas. El prefería ser el emperador del mal, antes que ser uno más en el reino del bien.

Una persona no puede decidir ser malo, y continuar siendo bueno. Precisamente, el gran pecado de Satanás estuvo en que siendo hecho de toda bondad, fue hallada en él maldad. El es el engendro de su propia perversión. Siendo hecho perfectamente bueno, él mismo se convirtió en alguien perfectamente malo. Se hizo incapaz de soportar toda la bondad que Dios había depositado en él.

Los ángeles fueron hechos espíritus puros, con la misión de asistir a su Creador en el estado más privilegiado que ser alguno pudiera disfrutar jamás. Entonces Satanás fue su propio seductor, y de esta manera se convirtió en el padre de todo engaño, porque fue capaz de creerse su propia mentira. En este sentido Satanás es víctima de su propio error. Satanás es el primer victimario y su primera propia víctima.

Satanás perdió algo que no recuperará Jamás: Su comunión con Dios.

Satanás, con su ejército de tinieblas, es el individuo malo y poderoso más peligroso. Yendo y viniendo de las entrañas de las ¨tienieblas de afuera¨, el confinamiento al que Dios lo arrojó junto a sus compañeros, Satanás se mueve en su reino espectral, actuando siempre en las sombras, que es su ámbito: lo escondido, lo oculto.

Satanás no pierde tiempo para inflar con sus ínfulas a cualquiera que se cruce en su camino, y hasta al que no se le cruce, porque él no pierde tiempo.

Pero el diablo no salió del paraíso por su propia cuenta. Una gran batalla se tiene que haber dado lugar en el cielo para expulsarlo de allí. Esta tiene que haber sido la primera gran batalla cósmica y el inicio de la guerra entre el bien y el mal. Pero es evidente que el mal fue vencido por el bien, y así se marcó el destino de Satanás y la definitiva derrota del mal. Y esto es muy bueno, porque  significa que siempre el bien triunfará sobre el mal.

Veamos ahora,

2.- Como Satanás Se Ha Comportado a lo Largo de la Historia.

Primeramente veamos cómo Satanás ha actuado en la caída del hombre. En Génesis 3 vemos la narración de este fatídico acontecimiento. El propósito de Satanás es destruir la obra tan hermosa que Dios ha hecho: ¨El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir¨ (Juan 10:10). Mientras Dios construye, Satanás va detrás tratando de destruir, eso es algo que vemos a diario en personas que muestran con sus actos la misma tendencia destructiva del enemigo. Es triste ver el panorama de lo ocurrido en el jardín del Edén, Adán y Eva le hicieron caso a Satanás, y desoyeron la voz de Dios. Cuando dejamos que Satanás mine nuestra casa, es seguro que descuidaremos nuestra relación con Dios. Debemos aprender a decirle a Satanás como le dijo Jesús: ¨Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás¨ (Mateo 4:10).

En segundo lugar veamos cómo Satanás ha actuado en los intentos para evitar la restauración del hombre. Desde que el hombre pecó, Dios dejó establecido que un día el hombre sería restaurado. En el mismo lugar donde el hombre pecó, allí mismo estableció la manera como vendría la salvación a la humanidad: ¨Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar¨ (Génesis 3:15). Este versículo claramente nos habla de la obra salvífica de Jesucristo. Satanás intentó por todos los medios evitar que esta profecía se cumpliera, pero es evidente que no pudo lograr su propósito, pues Jesús vino a este mundo mediante la encarnación para ser el salvador de todo aquel que en él cree: ¨Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna¨ (Juan 3:16).

Y finalmente echemos un vistazo a la manera cómo Satanás fue derrotado definitivamente en el Calvario. El último gran intento de Satanás de frustrar la obra salvadora de Dios ocurrió en el jardín de Getsemaní. Allí en aquel lugar Jesús sufría por todo el peso del mundo puesto sobre él. Por este motivo ora al Padre: ¨Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad¨ (Mateo 26:42). Pero Jesús fue al Calvario y dio su vida por todos los pecadores, murió en una cruz para vencer con su muerte la condena por el pecado, murió por todos, en lugar de todos. Es por esto que cada uno debe creer en él para ser salvo del pecado, de la muerte, del infierno y de Satanás: ¨Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo¨ (I Corintios 15:54-57). 

Por eso, es bueno que veamos:

3.- Cómo Satanás Ya No Es Una Amenaza Para el Cristiano.

Con relación a este tema debemos saber que Satanás no tiene poder sobre tu vida, si te sometes constantemente al dominio de Cristo y luchas con la armadura de Dios que está descrita en Efesios 6: 13-18: ¨Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos¨.

Es imposible que Satanás o los demonios puedan tomar posesión de un cristiano, pues la Biblia dice: ¨¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios,Y ellos serán mi pueblo¨ (2 Corintios 6:15-16). 

Con la victoria de Jesucristo en el Calvario, la Biblia nos dice que somos más que vencedores. Lo que tenemos que hacer es lo que nos dice Santiago: ¨Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros¨ (Santiago 4:7).

La Resurrección de Jesucristo despejó toda incertidumbre y garantiza la victoria sobre Satanás, verdaderamente él es el único que puede salvar al pecador.  

Satanás es todo lo contrario de lo que es Jesucristo: Teniendo razones para despreciarnos, Jesucristo es nuestro amigo, Satanás, sin razón es nuestro enemigo. Teniendo motivos de sobra para acusarnos, Jesucristo se convierte en  nuestro abogado, pero Satanás es nuestro acusador sin causa. Jesucristo nos dice: ¨yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia¨ (Juan 10:10). ¡Gracias Señor por redimirnos del secuestro de Satanás!

Leandro González

Mensaje predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 10 de Octubre de 2010.

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