I Timoteo 1:9,10
¨Conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los
transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los
irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para
los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los
mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina¨
La noticia apareció en los
principales diarios del mundo: ¨WASHINGTON.- La Corte Suprema de Estados Unidos
falló a favor de la legalización del casamiento entre personas del mismo sexo,
una decisión histórica que anula la potestad de los estados para prohibir las
uniones entre homosexuales. De esa manera, el matrimonio gay es un derecho
constitucional en el país, lo que obliga a que sea permitido por los catorce
estados que aún lo impedían¨.
Esta es una decisión fatal para los
Estados Unidos y para el mundo, pero está claro que estamos asistiendo al
cumplimiento de las profecías bíblicas. Sin duda alguna creo que esta
civilización ha llegado al clímax de la decadencia.
Esta es una decisión que
afectará a todos los países del mundo, que por lo general copian de la nación
americana todo lo malo. Ya en nuestro país, República Dominicana, algunos
legisladores han planteado la posibilidad de un referéndum para modificar la
constitución, a fin de permitir el matrimonio entre personas de un mismo sexo.
Lo veo y no dejo de asombrarme. Quisiera pensar que el mundo está
loco, pero no, no es que esté loco, es que se ha llegado al colmo de la
degeneración humana, tal como pasó en Sodoma y Gomorra (Génesis 19), tal como
pasó en Gabaa de Benjamín (Jueces 19 y 20). En ambos casos en la Biblia esto
provocó muerte y destrucción. Sodoma y Gomorra fueron exterminados por Dios con
fuego y azufre, estos dos pueblos dejaron de existir. La sodomía en Gabaa de Benjamín en Israel, motivó
una guerra que casi provoca la extinción de esa tribu. ¿Qué piensan que va a
pasar a los Estados Unidos de América, una nación nacida sobre la base de la fe
cristiana? Por aquello que dice la Biblia de que ¨el juicio comienza por casa¨
(I Pedro 4:17), me parece que un castigo inminente aguarda a la nación más
poderosa de la tierra. La palabra de Dios dice: ¨No os engañéis; Dios no puede
ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segarᨠ(Gálatas
6:7). También encontramos en 1 Corintios 6:9,10, lo siguiente: ¨¿No sabéis que los injustos no heredarán el
reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los
adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones,
ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores,
heredarán el reino de Dios¨.
Cuando el hombre aprueba lo que Dios
desaprueba, la ley se pervierte, y pierde su razón de ser, que es contrarrestar
el mal que existe en el mundo. La ley existe para poner orden donde hay caos,
para enderezar lo que está torcido, para reprimir la maldad, para imponer el
bien donde el mal se quiere imponer. Pero cuando los magistrados que están
puestos para castigar al que hace lo malo, se convierten ellos mismos en
defensores de lo que está desordenado, de lo que está torcido, de lo que atenta
contra el bien y las buenas costumbres, entonces es claro que se avecina una
catástrofe.
Veamos algunas cuestiones de la
legalización del matrimonio homosexual:
1.- Es la Demostración de la Decadencia
Total de la Civilización.
¡Qué Cosa más descabellada! Mientras
la Corte Suprema de los Estados Unidos pierde miserablemente el tiempo y los
recursos, aprobando una ley tan desastrosa como el matrimonio entre personas
del mismo sexo, los yihadistas están entrenando niños para el terrorismo.
La historia se encarga de corroborar
que las civilizaciones, cuando llegan a su nivel máximo de decadencia moral, están
a punto de desaparecer. Parece ser que los pecados típicos que indican el más
alto grado de podredumbre moral de una sociedad están íntimamente ligados a los
pecados sexuales, y entre ellos se destacan la homosexualidad y el bestialismo.
Esto fue así en cada uno de los imperios que existieron en la antigüedad, y lo
es en este tiempo también.
Por considerarlo de gran valor,
quiero compartir un fragmento del siguiente estudio acerca de la decadencia de
los Estados Unidos, titulado ¨Cuando Mueren las Naciones¨, de la autoría de Kerby
Anderson, publicado por Ministerio Probe, que he encontrado en su página de internet, el cual nos brinda una
panorámica general de los efectos de la descomposición moral en la sociedad:
¨-Hay
tres importantes tendencias que demuestran la descomposición moral. Son el
"crecimiento de la inmoralidad", la "descomposición de la
creencia religiosa" y la "devaluación de la vida humana".
El
clásico estudio de la civilización romana, The Decline and Fall of the Roman
Empire (La declinación y caída del Imperio Romano), escrito por el historiador
inglés Edward Gibbon. Él "observó que los líderes del imperio se
entregaron a los vicios de los extranjeros, la moral colapsó, las leyes se
volvieron opresivas y el abuso de poder hizo que la nación fuera vulnerable a
las hordas bárbaras".
La
historiadora británica Catherine Edwards demostró que nuestros actuales ejemplos
de inmoralidad no son un fenómeno moderno. En su estudio de la "política
de inmoralidad" de la antigua Roma, dice que la anticoncepción, el aborto
y la exposición eran formas comunes de impedir el nacimiento de niños en Roma.
Los esposos se negaban a reconocer a todo hijo que no creyeran que fuera
propio. "Hasta ser aceptado por su padre, un bebé romano no existía,
hablando legalmente".
La
vida se volvió barata en los últimos días del Imperio Romano. Las regulaciones
pesadas y los impuestos hicieron que la fabricación y el comercio fueran poco
lucrativos. Las familias se veían trabadas en oficios y vocaciones
hereditarios, lo que permitía poca o ninguna elección vocacional. Con el
tiempo, los niños fueron vistos como una carga innecesaria, y el aborto y el
infanticidio se volvieron habituales. En algunos casos, los hijos fueron
vendidos como esclavos.
Las
costumbres y la vida social cayeron en el desenfreno. Bajo Justiniano, el
entretenimiento se volvió más subido de tono y más estrafalario. Las orgías y
banquetes eran comunes. La homosexualidad y el bestialismo se practicaban
abiertamente. Bajo Nerón, los cristianos fueron culpados del gran incendio de
Roma y fueron perseguidos horriblemente.
Pueden
encontrarse patrones similares en otras civilizaciones. En Grecia, la música de
los jóvenes se volvió desenfrenada y grosera. El entretenimiento popular era
brutal y vulgar. La promiscuidad, el homosexualismo y la borrachera se
volvieron parte de la vida cotidiana. Y todos los frenos morales y sociales se perdieron,
llevando a una mayor decadencia.
En
Cartago, el culto pasó de Baal a la diosa de la tierra Tania. "Se
consideraba que los sacrificios a la diosa de la fertilidad aseguraban
productividad, larga vida y aún mayores ganancias". Hoy pueden verse monumentos
funerales decorados elaboradamente que muestran sacrificios de bebés, junto con
miles de pequeños ataúdes de piedra para bebés sacrificados a la diosa pagana.
Los
paralelos con nuestra propia nación son llamativos. No, nosotros no
sacrificamos bebés a una diosa pagana, pero hemos abortado casi 40 millones de
bebés ante el altar de la conveniencia. Y varias prácticas sexuales son
aceptadas abiertamente como un estilo de vida alternativo. Con razón muchos
creen que nuestro país es una nación en declinación¨.
Todo lo descrito anteriormente es un
fenómeno mundial, no es particular de los Estados Unidos, sino que atañe a
todas las naciones de la tierra, pues la influencia de Estados Unidos y de
otras grandes sociedades, dicta las tendencias que se impondrán en las demás
culturas de la tierra. Y hoy en día esa influencia negativa es poderosamente
abarcadora al través de las redes sociales. De esta manera se aceleran los
acontecimientos que darán al traste con el orden de este mundo pecador.
2.- Es Una Declaración de Guerra Contra Dios.
Desafiar a Dios siempre será una
empresa suicida. La corte suprema de los Estados Unidos está desafiando a Dios.
Podrá ser la nación más poderosa de la tierra, pero ningún poder en ninguna
parte de este mundo, ni del otro, podrá jamás imponerse frente al poder
soberano del Creador.
Esta corte suprema ha ignorado y ha
pisoteado la sagrada declaración o lema nacional oficial de los Estados Unidos,
que antes era el legado más significativo de este país: ¨In God We Trust¨ (¨En Dios Confiamos¨).
Este lema aparece acuñado en sus monedas. ¨In God We Trust¨ es el lema oficial
de Florida y aparece en su bandera. También está en la bandera de Georgia,
desde que fue adoptado en 2003.
Pero para los hombres y mujeres que
dirigen la nación, esto no es más que palabras grabadas en la materia, letras
muertas, pues en los hechos están demostrando todo lo contrario. Dios
claramente condena la homosexualidad como un grave pecado que está en una lista
de vicios y maldades que son fuertemente sancionadas. En Romanos 1: 18-32
encontramos la acusación más elocuente de la Palabra de Dios contra la corte
suprema de los Estados Unidos y contra todo aquel que defienda cualquiera ley
perversa que patentice la unión entre personas del mismo sexo: ¨La
culpabilidad del hombre: Porque la ira de Dios se revela desde el cielo
contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la
verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo
manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se
hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por
medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido
a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se
envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando
ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en
semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de
reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las
concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios
cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando
culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos.
Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres
cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo
también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su
lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y
recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no
aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para
hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia,
fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas,
engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios,
injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los
padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes
habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son
dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que
las practican¨.
Es evidente que la fe de la suprema
corte de justicia de los Estados Unidos está puesta en otra persona y no en el
Dios de la Biblia. Esta nación ha dado la espalda al Dios verdadero y por eso
sus legisladores perdieron el sentido común y la sensatez.
La legalización del matrimonio
homosexual es una decisión que se veía venir, y a los dominicanos no nos
puede tomar por sorpresa esta asquerosa resolución, ya que nos han enviado a
nuestro país un embajador gay que promueve el ¨derecho¨ de los homosexuales con
mucho orgullo, una tremenda desfachatez venida del norte como una influencia
maldita para nuestros niños y jóvenes. No soy antiimperialista per se, pero sí
estoy en contra de toda cultura del diablo que el imperio del norte quiera
imponer como bueno y válido.
3.- Es Una Ley Para el Mundo pecador, No Para la Iglesia de Dios.
La suprema corte de justicia de los
Estados Unidos parece que no ha sopesado los riesgos que la imposición del
matrimonio homosexual puede acarrear para la paz y la estabilidad de la nación.
¿O piensan que las iglesias cristianas van aceptar someterse a una ley a todas
luces aberrante? Esto desatará un movimiento nacional e internacional que
podría llevarla a un desequilibrio no deseado.
Los creyentes no estamos obligados a
obedecer a un gobierno malo, corruptor y perverso. Recordemos que el Señor Jesús dijo que no somos de este
mudo: ¨Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del
mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece¨(Juan 15:19). El
Señor en este sentido nos insta a no tener temor de lo que vamos a sufrir en
este mundo por causa de su Palabra, pues en medio de nuestras luchas vamos a
contar con su respaldo: ¨Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz.
En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo¨ (Juan
16:33).
Nuestra lealtad primera está con el
reino celestial, no con el reino terrenal. Nuestra lealtad es al Señor Jesús,
no al presidente ni a la suprema corte de justicia de ningún país de este
mundo. Nuestro accionar en este mundo está supeditado a los principios
bíblicos, que son nuestra carta magna. Los creyentes solo obedecemos las leyes
que concuerdan con las leyes que Dios ha establecido, para lo demás que no
venga de esto, nos declaramos abiertamente en desobediencia civil.
Cuando Pedro y Juan fueron conminados
a dejar de predicar en el nombre de Jesús, ellos no dudaron ni un instante en
tomar la decisión correcta: ¨Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad
si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no
podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído¨ (Hechos 4:19,20).
Ningún creyente verdadero en la
nación americana debe encontrar ninguna dificultad en saber cuál debe ser su
decisión frente a la imposición de la corte suprema de los Estados Unidos,
aunque esto sea perjudicial en cualquier término, la decisión correcta es no
acatar esta ley y declararse con firmeza en desobediencia civil, cueste lo que
cueste.
Las iglesias cristianas que creen,
viven y predican la Palabra de Dios están siendo desafiadas a demostrar su
integridad y sus convicciones de fe. Ninguna decisión de un tribunal humano que
contradiga los sagrados preceptos divinos puede ser acatada por la iglesia de
Cristo. Toda iglesia que se fundamente en los principios bíblicos en los
Estados Unidos y en el mundo, debe declararse en desobediencia civil ante tal
pretensión del enemigo.
No nos asombramos de esta decisión
porque nos haya tomado desprevenidos, sino porque nos preocupa el destino
eterno de las gentes de este mundo. Sabemos que las profecías bíblicas nos
advierten de manera clara desde hace siglos, lo que ahora vemos con nuestros
ojos: ¨También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos
peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos,
soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto
natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de
lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que
de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a
éstos evita (2 Timoteo 3:1-5).
Hermanos queridos, la venida del
Señor se acerca, la plataforma para que aparezca el hombre de pecado, el
anticristo, está perfectamente elaborada.
El anticristo encaja perfectamente en
un mundo homosexual, pues la palabra de Dios dice acerca de él: ¨Del Dios de
sus padres no hará caso, ni del amor de las mujeres; ni respetará a dios
alguno, porque sobre todo se engrandecerᨠ(Daniel 11:37). Y la aparición del anticristo será el
detonante claramente enseñado en la
Palabra de Dios, para que nuestro Señor venga en las nubes con gran poder, para
imponer a este mundo su gobierno verdadero de justicia, orden y paz.
Mientras el Señor se acerca en su
viaje hacia nosotros, hagamos nuestras las palabras de los apóstoles del Señor
Jesús en Hechos 14:22b: ¨Es necesario que a través de muchas tribulaciones
entremos en el reino de Dios¨.
Leandro González
Sermón predicado en la Primera
Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 5 de Julio de 2015.
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